2021 en dos actos.

 

- 2020 fue complicado. Como si de pronto las luces se apagaran. Salimos del mejor carnaval que hayamos pasado para ser internado por el apéndice. Al salir el médico nos dijo que teníamos que cuidarnos mucho. Siguieron días sin música ni vida. De meternos en una madriguera para preservar la vida a costa de nuestra cordura. Pero como raza es un sacrificio que tenía que ser hecho, al menos así lo veo yo. Obvio tuvimos que salir a trabajar, como esa ida al aeropuerto en abril en medio de muchas dudas. De ahí salió una foto icónica que salió en una revista especializada en la que, por cierto, no nos mencionan. 

Ese fue el prólogo de una larga despedida de un país que nos dejó mucho como personas, como pareja y como seres humanos. Lloraba por ir a una roda de samba, a la que nunca fui. Despidiéndome de mis amigos como una paçoquinha (o mazapán) que se desmorona poco a poco. 

Al final salimos de Brasil con una despedida insípida y dolorosa a la que no quise voltear a ver, ni moverle mucho,  por lo feo que se siente no poder haber abrazado y besado a toda la gente que estuvo con nosotros en esos días (que si lo hicimos con muchos, pero no con todos). Incluso a Elena, nos fuimos mientras ella estaba en Italia. 

- La vida siempre sorprende y en esta ocasión nos llevó a Kansas. A diferencia de los demás lugares en los que he trabajado, el lugar nos recibió con los brazos abiertos. El ambiente nos permitió crear una red para no sentirnos solos ni abandonados. Estados Unidos puede ser muy diferente a México, pero culturalmente lo siento más cercano a casa que Brasil, y nos está dando mucho quehacer y retos por superar. 

Por ahora, estamos en un departamento en lo que se podría decir el centro histórico de Kansas. Sin mudanza, pero ya con muchas cosas que hacer. El estilo de vida del midwest es la de gente muy cordial y amable en su trato, lista para sacar conversación ante la menor provocación. Una economía que sufrió golpes importantes y una escasez de trabajadores en el sector de servicios que hace que muchas cosas se sientan un tanto abandonadas. 

2022 empezará como una oportunidad para resolver interrogantes y cerrar puntos suspensivos. Cosas que saldrán poco a poco y cuya intención es plasmar por aquí.