Hospital

Hace un par de días me torcí el tobillo por accidente mientras hacíamos una caminata nocturna con Lola. La caida fue coreográficamente estruendosa y poco aparatosa, supongo que si alguien hubiese sido testigo de mi caída hubiera pensado que era tan gracioso como un perro echándose, girando y haciendose el muerto. Ya en el suelo, tardé en reaccionar. Lola preguntaba ¿Qué te pasó? Pero mi sistema nervioso me gritaba y estaba algo mareado. Así que por un momento me quedé callado esperando ver que mi pie estuviera en su lugar y que no hubiera nada salido por ninguna parte. 

Después de tantas cosas que uno hace me da verguenza decir que fue simplemente caminando. En mi defensa diré que estaba oscuro, llovía, en ese momento bajaba la banqueta y la piedra era redondeada, por lo que mi pie no pudo encontrar en donde apoyarse. Todo estaba físicamente predispuesto para que ocurriera. Pero las múltiples versiones extraoficiales cuentan que me lastimé escapando de gigantes comehumanos, luchando contra los crazy 88, que fue por salvar a una viejita de ser arrollada por un tren o incluso que fue autoinflingido. 

Uno no va realmente al médico por torcerse el pie, hasta que no lo despierta el dolor de un pie inflamado a media noche. En ese momento el simple contacto con algo me hacía arder la pierna. "Lola, creo que tengo que ir al hospital" (En este lugar uno va al hospital para tratarse por cualquier cosa, desde un resfriado hasta un destripamiento). Lola me dijo que a pesar del dolor, no estaba A final de cuentas, decidimos ir a la mañana siguiente.

Si bien en la casa me podía mover lentamente pegando brinquitos, el espacio entre el estacionamiento y la sala de emergencias era inmenso como para ir saltando. Lo que podría tomar dos minutos y medio para recorrer a pie ahora me tomó tres o cuatro veces más. Uno se siente inútil y le dan ganas de saltar y correr y probar que todo está bien y que a uno no le pasó nada. Junto con la gastritis, me sentí viejo. 

No obstante, cuando llegué al hospital me di cuenta que de todas las cosas que le puede a uno pasar, estoy bastante bien. Siempre en la sala de emergencias hay gente llorando desconsoladamente, personas que no pueden ni con su alma de enfermas, otras retorciendose de dolor o con la mirada perdida. Por más inútil o viejo que me hubiera podido sentir, estaba en muy buena posición, solo por debajo de los doctores y enfermeras que me atendían. De las cinco horas que pasamos en el hospital no platicaré, porque solo me tomaron una radiografía y me dieron el parte médico: El ruido que usted escuchó al caerse fue su hueso, que no está roto por completo, pero fisurado. Póngase esta bota de MegaMan, haga ejercicio y ya váyase que está ocupando espacio. 

Aunque si me siento como viejito hay que tomarle el lado amable de todo esto. Esta semana empezó a hacer frío  y ya no es tan agradable salir a la calle para jugar tenis. Además, estoy buscando una excusa para ir a nadar más seguido. En la oficina me tratan super bien y ya me hicieron rodar en una silla de oficina de un lado a otro. 

Veamos que tal se pone.

Comentarios

Violeta ha dicho que…
Mi abuelo decía que al final uno se muere por causa de una de las tres "C"s:
- de Chorrera
- de Catarro
- de una Caida < -- y así fue su destino

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