¡Hay que ser más inteligentes que la academia!
Una de las partes de la segunda ronda del examen era la composición de un ensayo. Para prepararme para esta prueba acudí con Bety, quien despiadadamente me rindió cuenta de todos mis errores a la hora de escribir. El resultado de esto fue una disminución de la moral y una revisión exhaustiva de todo lo que escribía.
No sé si a final de cuentas me fue bien en el examen o si a los demás les fue peor que a mi. Lo cierto es que me asignaron en el grupo de redacción avanzada con Elena Venier. La señora me recuerda mucho a una vecina que tenía cuando era pequeño. Con un aire de intelectual sencillo que habla de un objeto mientras fija la mirada en otro y acostumbra divagar en su discurso, no sabes cuando está hablando en serio y cuando no.
Un par de días antes de empezar nos pidió leer el primer capítulo de un libro que luego destrozó con singular alegría, alegando que era una vil traducción mal hecha. Evidentemente, y dado lo corto del curso que tenemos con ella todos empezaron a despejar sus dudas sobre la elaboración de textos. Ella los contestaba alegremente entre anécdotas y comentarios despiadados contra el texto que teníamos entre las manos.
En un punto de la clase, dijo algo así como:
Maestra- Esta palabra está mal dicho escribir "hindús". Hindú es al que profesa el hinduismo, no el gentilicio de la India. Hay que acostumbrarse a llamar las cosas por su nombre. Hindú es hindú e indio es indio.
Alumno - Pero la Real Academia acepta las dos como gentilicios.
Maestra - ¡Pero hay que ser más inteligentes que la Academia!
No sé si a final de cuentas me fue bien en el examen o si a los demás les fue peor que a mi. Lo cierto es que me asignaron en el grupo de redacción avanzada con Elena Venier. La señora me recuerda mucho a una vecina que tenía cuando era pequeño. Con un aire de intelectual sencillo que habla de un objeto mientras fija la mirada en otro y acostumbra divagar en su discurso, no sabes cuando está hablando en serio y cuando no.
Un par de días antes de empezar nos pidió leer el primer capítulo de un libro que luego destrozó con singular alegría, alegando que era una vil traducción mal hecha. Evidentemente, y dado lo corto del curso que tenemos con ella todos empezaron a despejar sus dudas sobre la elaboración de textos. Ella los contestaba alegremente entre anécdotas y comentarios despiadados contra el texto que teníamos entre las manos.
En un punto de la clase, dijo algo así como:
Maestra- Esta palabra está mal dicho escribir "hindús". Hindú es al que profesa el hinduismo, no el gentilicio de la India. Hay que acostumbrarse a llamar las cosas por su nombre. Hindú es hindú e indio es indio.
Alumno - Pero la Real Academia acepta las dos como gentilicios.
Maestra - ¡Pero hay que ser más inteligentes que la Academia!
Comentarios
te mando uno por diez a la veinticuatro besos gordito jaja
ocurrente la maestra :)
si no hasta yo le tiraba la onda