Sobe ciclista

El origen de las anécdotas más interesantes en mi vida es muy variado, pero tienen un rasgo en común. Todas, en algún momento de su gestación, involucraron este pequeño diálogo ¿Por qué?, ¿Por qué no?

Si de locuras se trata, para eso estoy yo. Aunque ya no son locuras temerarias, como hace algunos años, siempre es bueno intentar algo diferente, algo que me ponga a prueba y que siempre te deje con ganas de hacer un poco más. En esta ocasión es algo pequeño pero bastante interesante.

Todo empezó una tarde de pizza y chelas en casa de un compañero. Pregunté a alguien si podía conseguir un mapa de los caminos para bicicletas que hay en Windsor, ya que alguna vez entré en un caminito empedrado que era para peatones y ciclistas solamente y alguien más me dijo que en Windsor había muchas zonas muy interesantes para andar en bicicleta. "Claro, en internet debe existir una pero si no yo te consigo un mapa impreso." Hasta que la plática desembocó en que la vieja vía del tren que conectaba a Leamington con Windsor ahora es un camino de muchos kilómetros para caminar o andar en bicicleta.

"Pero hay que estar loco para hacer algo así", dijo una mujer.

"No, para nada. Es más, estaría padre hacer el recorrido", respondió su esposo.

"No te creo, es muy largo el recorrido".

"Que sí lo voy a hacer".

"Como crees".

"Si, ¿quién más viene?"

"Yo" y mi bocota habló.

"Pero son más de 50 kilómetros ¿se van a ir y regresar?"

"No, sólo vamos a hacer el recorrido de ida y tu nos regresas"

Una semana después me enseñaron el mapa. El recorrido en el que yo tardo una media hora en automóvil a 80 kms por hora lo haré en bicicleta a una cuarta parte de la velocidad, si bien me va. La fecha, 21 de agosto.

La vez pasada duré todo el día en recorrer unos 31 kilómetros, comí, descansé, tomé fotos y me regresé agotado a mi casa. Esta vez son unos 46 kilómetros por una ruta que al parecer es bastante escénica y pasa por lugares bastante bonitos en esta época del año. Ahora tengo poco menos de un mes para ponerme en forma en el asunto y decidir cuántas botellas de agua me llevaré en la mochila.

Mientras tanto me pregunto, ¿cuántas horas haré? Hagan sus apuestas.